El Debate publica hoy un reportaje de investigación en el que desvela las finanzas de los siete centros abortistas más rentables de la capital. De la misma manera, este periódico publica el nombre de los empresarios que están detrás de este negocio millonario.
Desde 2016, año en el que se registraron 93.131 abortos en España, hasta el día de hoy, el Ministerio de Sanidad ha registrado un aumento anual de interrupciones involuntarias del embarazo. Año a año han ido subiendo hasta llegar a 2019 con 99.149 abortos. En 2020 disminuyeron, entre otras cosas, por el confinamiento domiciliario. A pesar de esto, los centros abortivos de Madrid registraron durante el primer año de la pandemia unas cifras de facturación millonarias que lucraron a sus propietarios con 7.301.689 euros.
Una de las clínicas abortistas que más dinero gana es Dator, abierta desde 1986. Este centro está gestionado a través de una sociedad denominada Partner Line SA. Una compañía que, en 2020, facturó 2.460.065 euros. Las cuentas de Dator también revelan que el centro de abortos cuenta con 1.776.234 euros en la partida de Reservas. Sólo en el primer año de la pandemia, Dator ha logrado acumular unos ahorros de 103.755 euros, que se encuentran repartidos en 44.695 euros que están depositados en la caja de Partner Line SA y 59.059 euros en una cuenta corriente.
Este lucrativo centro de abortos, que está ubicado en la calle Hermano Gárate de Madrid, acumula decenas de procedimientos judiciales en los tribunales. A comienzos del mes de octubre, la Comunidad de Madrid sancionó a Dator por «publicidad engañosa» al afirmar que el aborto no deja secuelas.
Otro de las clínicas que más abortos practica en Madrid es Isadora, regentada por Clínica Isadora SA. En 2020, este centro abortista facturó 1.171.421 euros, una cifra levemente superior a la del año anterior, ya que en 2019 ingresó 1.315.295 euros. Esta clínica está ubicada en la zona de la Dehesa de la Villa. Concretamente en la calle de los Pirineos. En ese enclave cuentan con un local que da trabajo a 14 personas.
La clínica abortista fue fundada en 1992. Su presidente es Salim Zakavia Chami Succar . Uno de los Consejeros de este centro fue condenado en 2017 por dos delitos de lesiones leves por el Juzgado de Instrucción nº53 de Madrid. El juez del caso dio por probado que Hidalgo «propinó un puñetazo en la sien» a una persona que se encontraba en la puerta de Isadora repartiendo folletos de ayuda a las mujeres que quieren abortar y «continuó dando puñetazos en la cara» y «propinó patadas» a una segunda persona que fue a defender a la víctima, que cayó al suelo golpeándose en la cabeza. El condenado tuvo que indemnizar a las dos víctimas.
El Bosque es otro de los centros que más ha rentabilizado el aumento de abortos desde el año 2015. En 2020, este centro declaró ante Hacienda que había facturado 1.612.707 euros. Al año siguiente, la cifra aumentó hasta los 1.653.768 euros. En 2021, la plantilla de la clínica abortista estuvo conformada por 26 trabajadores. La compañía que gestiona este centro, Centro Clínico El Bosque SA, cuenta con unas Reservas de 1.215.515 euros.
La siguiente clínica abortista se encuentra frente a la céntrica Puerta de Toledo. Entre dos entidades bancarias hay un local con un letrero gris con unas letras azules y blancas donde se puede leer: Sergine Médica. Este centro, controlado por la compañía Sergine Médica SL, fue refundado en 2010. Anteriormente se llamaba Mayrit, que fue clausurada por la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid en 2007 porque su actividad suponía «un riesgo inminente y grave para la salud de las personas
En 2020, el Importe neto de la cifra de negocios de esta empresa fue de 594.986 euros. Al año siguiente la facturación aumentó hasta los 717.237 euros. Sergine Médica cuenta con 7 empleados y tiene unas Reservas de 233.910 euros.
«Las mujeres expresan una amplia gama de sentimientos después de un aborto: de la tristeza a la ira y alivio al dolor. Una mezcla de emociones, es normal». Así oferta sus servicios Pacífico, otra de las clínicas más conocidas en la órbita abortista de Madrid. Este centro, gestionado a través de la sociedad Centro Médico Pacífico SL, ingresó durante el primer año de la pandemia 370.745 euros. En 2021 esa cifra subió a los 424.249 euros.Este centro está abierto desde 1992.
Un negocio muy lucrativo
A pocos metros del Parque del Retiro está la siguiente clínica. De hecho, adopta el nombre del afamado enclave de la capital para la clínica, que se denomina Retiro. Este centro de abortos facturó el primer año de coronavirus 514.724 euros. Al año siguiente, la cifra subió ligeramente hasta los 532.136 euros. En 2020 la compañía congeló unos ahorros que obtuvo durante la pandemia por valor de 104.985 euros en la partida de Reservas voluntarias para que éstas tributaran a través del Impuesto de Sociedades y así, de sacar el dinero de la compañía, evitar pagar el IRPF
Esta clínica, que abrió sus puertas en el año 2000 en la calle Lope de Rueda, está gestionada a través de la sociedad Policlinica Retiro SL. Está controlada por Jasser Mohamed Rafik Dehni, socio único de la compañía y que cuenta con un segundo centro de abortos frente a la Plaza de Callao.
La clínica Callao, ubicada en la calle Concepción Arenal y gestionada por la sociedad Clínica Ginecológica Callao SLP, fue fundada en 1996. En 2020 facturaron 577.041 euros. El primer año de la pandemia fue tremendamente rentable para la compañía ya que logró doblar su inmovilizado material, que pasó de 45.378 euros en 2020 a 83.992 euros en 2021. Esta es una partida que mide el músculo financiero de la compañía, ya que sirve para afrontar compromisos financieros a largo plazo. Es decir, a mayor tesorería más músculo tiene la empresa. Este centro está frecuentado por prostitutas que trabajan por la zona.
Si trasladamos estos importes a las principales ciudades europeas, estamos hablando de más de 300.000.000 Euros solo en las principales ciudades de Europa, mueve el negocio del aborto. Realmente se trata de un negocio muy lucrativo y en el que muchas personas se enriquecen a costa de la vida de los bebés por nacer y de las mujeres sometidas a la práctica del aborto.