A pesar de los esfuerzos de la industria del aborto para intentar engañar a las mujeres y a la sociedad, la ciencia ha dejado claro sin lugar a dudas que los bebés no nacidos son seres humanos vivos. En el momento de la fertilización, se crea un ser humano vivo y distinto, con su propio ADN único, completamente único del de su madre. Ya se han determinado rasgos como el género, la etnia, el color de ojos y el color del cabello. Su corazón comienza a latir entre 16 y 21 días después de la fertilización y, a las seis semanas, tiene manos y pies en forma de paleta, con ondas cerebrales detectables. A las siete semanas de gestación, sus huesos comienzan a crecer y se han formado las cuatro cámaras de su corazón. Sus párpados comienzan a cubrir sus ojos a las ocho semanas, junto con el 90% de todas las estructuras corporales presentes en los adultos. A las 10 semanas, puede tragar, rascarse la cabeza y formar puños.
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