La representante de Berna, Andrea Geissbühler, e Yvette Estermann, parlamentaria de Lucerna, lanzaron iniciativas pro-vida separadas en diciembre pasado. Bajo el sistema democrático suizo, si las iniciativas reúnen al menos 100.000 firmas, el país tendrá una votación nacional para adoptar la propuesta.
La propuesta de Geissbühler ha sido bautizada como “Sleep on it” porque pretende introducir un día de reflexión antes de un aborto programado para “proteger a las mujeres de abortos decididos con prisa”.
La propuesta separada de Estermann tiene como objetivo evitar el aborto de bebés capaces de sobrevivir fuera del útero. Restringiría los abortos donde “el feto puede respirar fuera del útero, si es necesario a través de cuidados intensivos”.
“Si se pueden salvar algunas vidas a través de estas iniciativas, entonces valen la pena”, dice Geissbühler.
Dominik Müggler, un provida suizo responsable de instalar las primeras cajas para bebés en 2001, ha respaldado las iniciativas.
Sin embargo, Neil Datta, director ejecutivo del Foro Parlamentario Europeo sobre Población y Desarrollo, lamenta el crecimiento del movimiento pro-vida en Suiza y en toda Europa.
Dijo que la modernización y profesionalización del movimiento pro-vida es motivo de preocupación. Tras la reciente victoria pro-vida en los Estados Unidos, Datta dijo: “Los movimientos pro-vida en Europa están quince años por detrás de sus contrapartes en los Estados Unidos, pero las ruedas ya se han puesto en marcha”.
Períodos de espera
En Irlanda, en 2020, casi 1500 mujeres no abortaron después de una consulta inicial y un período de espera de tres días.
Como parte de una respuesta a una pregunta parlamentaria en Irlanda el año pasado, se reveló que hubo 8.057 consultas iniciales de aborto en Irlanda en 2020. Sin embargo, las estadísticas revelan que hubo 6.577 abortos en Irlanda en 2020. Esto significa que 1.480 mujeres no procedió con su aborto planeado.
La legislación vigente exige un período de espera de tres días, que debe transcurrir entre la primera consulta y la realización del aborto.
El descubrimiento en Irlanda del posible vínculo entre un período de espera obligatorio y el hecho de que una alta proporción de mujeres no abortan se confirma mediante una investigación que sugiere que los períodos de espera obligatorios, que requieren que las mujeres hagan dos visitas físicas a un proveedor de servicios de aborto, conducen a una reducción en la tasa general de aborto para los residentes del 8,9%.
Las encuestas indican que el público británico está firmemente a favor de introducir un ‘período de espera’ entre una consulta inicial y un aborto para garantizar que una madre tenga suficiente tiempo para considerar todas las opciones disponibles para ella, con el 79% de esos encuestados de acuerdo con tal propuesta.
Además de Irlanda, Bélgica, Italia, Portugal y España requieren un período de espera de al menos tres días entre una consulta inicial y un aborto.
La portavoz de Right To Life UK, Catherine Robinson, dijo: “La reacción de los partidarios del aborto ante estas restricciones extremadamente leves sobre el aborto indican cuán radicales son”. “Estamos viendo el advenimiento de más políticas pro-vida en Europa que valoran la vida de la madre y el feto. Sería bueno ver a algunos de nuestros diputados promover iniciativas similares”.