El Gobierno de Trump ha logrado un polémico acuerdo para acaparar los suministros de los próximos tres meses de remdesivir. También el Gobierno británico se ha hecho con las existencias de dexametasona, que es efectiva en los enfermos de COVID-19 más graves. La solidaridad y subsidiariedad, principios que defiende la bioética personalista, promueven la justa distribución de los recursos disponibles, pero tratando de dedicarlos
preferentemente a los que más los necesitan.