Las autoridades belgas consideraron que la medicina no podía dar respuesta al sufrimiento psicológico de la joven de 23 años
Shanti de Corte, una joven belga de 23 años, superviviente del atentado yihadista del aeropuerto de Bruselas de 2016, fue eutanasiada legalmente el pasado mes de mayo, según han confirmado ahora sus familiares. La muerte provocada por razones médicas es un recurso cada vez más frecuente en Bélgica como respuesta a problemas psíquicos.
Shanti sufría, al parecer, graves problemas mentales después de que, en 2016, cuando tenía 17 años, presenciara el atentado yihadista en el aeropuerto de Bruselas junto con otros 90 alumnos del colegio Santa Rita de Kontich, cerca de Amberes. Los estudiantes estaban a punto de volar a Roma durante un viaje de estudios.
Desde ese día, la joven bruselense vivió sucesivos periodos de internamiento en un hospital psiquiátrico y los médicos no lograron aliviar sus problemas, ni aumentando las dosis de medicamentos. En 2018 denunció haber sufrido una agresión sexual por parte de otro paciente, lo que agravó aún más su caso. Tras numerosos intentos de suicidio, Shanti de Corte decidió solicitar que se le aplicase una dosis mortal de veneno para aliviar su final de vida.
Sin solución
Según la Comisión Federal de Control y Evaluación de la Eutanasia belga, la decisión de aceptar la solicitud de terminar de forma artificial con su vida se justifica porque se considera que la joven era mentalmente inestable y que no tenía remedio. Los médicos que evaluaron la situación consideraron que sus problemas mentales eran «incurables» y que la medicina carecía de recursos para aliviar sus dolencias. La ley de eutanasia en Bélgica abre la puerta a que en lugar de tratar de aliviar sus males se pueda poner fin a su vida sin más.
En el atentado de terroristas islámicos del 22 de marzo de 2016 en el aeropuerto de Bruselas murieron 16 personas. Sin embargo, es posible llegar a considerar que Shanti es también una víctima de aquellos atentados, o, en sentido opuesto, que la sociedad belga ha sido incapaz de sanar a una de las personas heridas en aquellos hechos.
Desde 2002 la eutanasia es legal en Bélgica y ha sido ampliamente aceptada en los usos sociales. Solo en 2021 hubo 2.700 casos de eutanasia en el país, lo que representa el 2,4% del total de muertes.