Since abortion was decriminalized in Ireland on 2 January 2019, the Health Service Executive’s (HSE) My Options helpline has received 6,000 calls. Of the 317 Irish general practitioners willing to perform abortions, 169 agreed to have their contact details shared on the My Options website. The others can be accessed when a person contacts the helpline, who is referred to the nearest GP performing abortions.
Dr Short, who has a practice in Blackrock, Dublin, said that women who use her abortion services are mostly «women in their thirties whose contraception has failed» and others who «already have a family but who may think it isn’t the right time to have another child, or who are facing other problems, such as the health of their other children«.
In some counties, there are no doctors performing abortions and hospitals do not provide abortion services.
The number of abortions performed in Ireland since 2 January will not be available until the end of the year.
Rémi Brague es el ejemplo de un europeo de nuestro tiempo a la altura de nuestro tiempo. Profesor emérito de Filosofía árabe y medieval en La Sorbona de París, ha sido titular de la prestigiosa «Cátedra Guardini» en la Universidad Ludwig Maximilians de Múnich, además de docente visitante en Pensilvania, Colonia, Lausana y Boston. Con una numerosa obra escrita tanto de historia de las ideas como de pensamiento árabe, medieval y moderno, en 2012 recibió el premio Nobel de Teología, el premio «Ratzinger». Ahora está metido de lleno en movilizar la conciencia europea a través de la Plataforma de intelectuales «One of us», de la que es el referente primero. Una iniciativa novedosa, y prepolítica, del español Jaime Mayor Oreja.
Me pregunto si ahora existe de verdad el socialismo. No hablo de los países en vías de desarrollo. Hablo de los países desarrollados. La gente que se llama socialista ha abandonado la preocupación por el cuidado de la justicia social, la igualdad en las condiciones de vida. Se preocupa más por las cuestiones sociales de carácter antropológico. Lo que está ahora en cuestión es la definición misma de lo que es humano. Esta nueva situación es un desafío para la filosofía, puesto que se trata de cuestiones de carácter precisamente filosófico, cuestiones del ser y del no ser del hombre, cuestiones de la verdad o de la falsedad, cuestiones del bien y del mal, y la definición misma de lo que entendemos por persona.«El hombre es fundamentalmente libre, es un ser misterioso. Toda persona es un misterio, somos esencialmente seres escondidos»
Parece una paradoja que, a estas alturas de la historia, tengamos dificultades para definir qué es el hombre, la persona. Fenómeno al que responde el manifiesto intelectual de «One of us».
No podemos contestar a la pregunta sobre la naturaleza del hombre con una definición. Voy a citar un pasaje de la obra de Gregorio de Nisa sobre la creación del hombre. Una obra en la cual dice que el hombre fue creado a imagen de Dios, y puesto que a Dios no se le puede conocer en su totalidad, el hombre tampoco se puede definir. El hombre es fundamentalmente libre, es un ser misterioso. Toda persona es un misterio. Tenía la costumbre de decir a mis alumnos en la Universidad que el concepto de misterio no tiene nada de misterioso en un aula en la cual yo tengo clases. Aquí hay 30-40 misterios, puesto que no se puede saber lo que hay en la cabeza de la gente. Hay solo un medio: preguntar lo que piensan. Somos esencialmente seres escondidos. Ahora leo muchos ensayos de gente que trata de decir que es lo humano y que no es.
Usted ha dicho que ahora Europa, en su situación actual, no es capaz de proponer un humanismo creíble. ¿Qué papel ocupan en esa pérdida de credibilidad del humanismo europeo los populismos y los nacionalismos?
El populismo es el calificativo que utilizan las élites para referirse a la gente que no piensa como ellos. Cuando no están satisfechos con el pueblo, con la gente concreta, con la gente de carne y hueso, dicen que son unos populistas. Y añaden: «No son bastante listos. No tenemos que escuchar lo que dicen. Son unos populistas». Las reacciones que presenciamos ahora en Francia y en otros países, probablemente en España también, aunque el fenómeno tome formas diferentes en España, no son tan distintas. La cuestión que debe plantearse es saber si debemos escuchar lo que dice esa gente a la que califican de populistas. Puede ser que lo digan de un modo torpe, demasiado sencillo, simplista. Pero hay que escucharles. Populismo, no existe hay tal cosa. No hay populismo. Hay un nombre que está ayudando a nuestras élites a no atender a lo que dice la gente.«No entiendo cómo funciona este papa. De vez en cuando dice cosas maravillosas, como cuando habla de espiritualidad. Es ahí un verdadero hijo de San Francisco. Sin embargo, de vez en cuando, se permite afirmaciones que encuentro irrelevantes»
¿Y el nacionalismo?
En lo que se refiere al nacionalismo, yo distinguiría entre patriotismo y nacionalismo. El patriotismo es la actitud de la gente que siente que su país está en peligro y que quieren defenderlo. Esa actitud me parece totalmente legítima, si hay de verdad un peligro. El nacionalismo consiste en decir que nuestro país es el mejor del mundo. Ocurre lo mismo con los niños. Es normal que un niño ame a su madre, pero solo los niños pequeños piensan que su madre es la más hermosa de la humanidad. Y eso no es verdad. El nacionalista piensa como un niño pequeño, mientras que el patriota quiere a su país con razón y con moderación.
¿Me permite, dado que usted ha recibido el premio Ratzinger de teología, una pregunta por el pontificado del Papa Francisco? ¿Qué le parece?
Tiene gracia. Es una pregunta que me hicieron antes de ayer en Portugal. Tuve que contestar que no comprendo, no entiendo cómo funciona este papa. De vez en cuando dice cosas maravillosas, como cuando habla de espiritualidad. Es ahí un verdadero hijo de San Francisco. Sin embargo, de vez en cuando, se permite afirmaciones que encuentro irrelevantes. Un solo ejemplo: ha dicho que el verdadero Islam excluye toda violencia. Yo era profesor de Filosofía árabe, y por eso me intereso más por el Islam que otras personas. Cuando ha dicho eso, se nos plantea el problema de la competencia. ¿Por qué puede permitirse decir eso es Islam o eso no es Islam? Si el Dalai Lama dijera que eso es el verdadero cristianismo o eso no es el verdadero cristianismo, tendríamos que responderle: “Muchas gracias, pero por qué se mete en estas cuestiones, usted no tiene nada que hacer con el cristianismo”. Hay un sin fin de ejemplos como ése. De vez en cuando tengo la impresión de que habla, como se dice en dice en latín, “ex abundantia cordis”, sin reflexionar. Dice lo que le gusta a la gente con quien está hablando, sin haber tenido tiempo de estudiar un poquito. Con el papa Benedicto se podía estar a favor o en contra, se podía comentar que lo que dice el Papa me gusta o no me gusta. Con este Papa, no se puede decir eso. A veces parece que dice una cosa y la contraria al mismo tiempo. Y eso provoca un sentimiento de incertidumbre en mucha gente.